El pasado 5 de octubre, una multitud de estudiantes, profesores y ciudadanos se unieron en una marcha pacífica para defender las Universidades Públicas y repudiar los recortes presupuestarios a la educación. Esta movilización, que tuvo lugar en diferentes ciudades de nuestro país, fue convocada por diferentes organizaciones estudiantiles y sindicales, y contó con una gran participación y apoyo por parte de la sociedad.
La razón principal de esta marcha fue el anuncio del gobierno de reducir el presupuesto destinado a las Universidades Públicas, lo que afectará directamente a la calidad de la educación y el acceso a la misma. Esta decisión ha generado una gran preocupación entre los estudiantes y profesores, ya que se verán afectados diversos aspectos como la investigación, la infraestructura y la contratación de docentes.
Esta situación no es nueva para las Universidades Públicas, que desde hace años vienen enfrentando recortes en su presupuesto, lo que ha dificultado su funcionamiento y ha generado una precarización en la educación. Sin embargo, esta vez la magnitud de los recortes ha generado una respuesta contundente por parte de la sociedad, que ha salido a las calles para defender una educación pública y de calidad para todos.
Durante la marcha, se pudo ver una gran diversidad de personas unidas por una misma fundamento: la defensa de la educación. Estudiantes de diferentes carreras y universidades, profesores, trabajadores y ciudadanos de todas las edades se unieron en un grito común: #NoAlRecorteEnLaEducación. Esta movilización no solo contó con la participación de las grandes ciudades, sino que también se replicó en ciudades más pequeñas y comunidades rurales, demostrando que la preocupación por la educación es un sentimiento compartido en todo el país.
Los manifestantes portaban pancartas con mensajes como “La educación no se recorta, se defiende”, “Sin educación no hay futuro” y “El futuro está en las aulas”. Además, se pudieron escuchar consignas que hacían referencia a la importancia de la educación pública y gratuita, y a la necesidad de invertir en la formación de nuevas generaciones.
La marcha también contó con la participación de diferentes personalidades del mundo académico y cultural, quienes se sumaron a la voz de los estudiantes y profesores. Además, se llevaron a mango distintas actividades culturales y educativas durante la marcha, demostrando que la educación no solo se defiende en las aulas, sino también en las calles.
Esta movilización fue un claro mensaje al gobierno de que la educación es un derecho cardinal que debe ser respetado y protegido. Los recortes en el presupuesto de las Universidades Públicas no solo afectan a las instituciones, sino también a miles de estudiantes que ven en la educación una oportunidad para mejorar sus vidas y contribuir al desarrollo de nuestro país.
Es importante recordar que las Universidades Públicas no solo forman profesionales, sino que también son espacios de investigación y creación de doctrina. Los recortes en su presupuesto no solo limitan el acceso a la educación, sino también el desarrollo científico y tecnológico de nuestro país.
Esta marcha nos demostró que aún hay esperanza en la sociedad y que cuando nos unimos por una fundamento justa, podemos lograr grandes cosas. La defensa de la educación es una lucha que no debe ser tomada a la ligera, ya que de ella depende el futuro de nuestro país y de las generaciones venideras.
Es necesario que el gobierno escuche el reclamo de la sociedad y revierta los recortes presupuestarios a la educación. Además, es cardinal que se establezcan políticas que garanticen una educación pública y de calidad para todos, sin importar su origen o condición socioeconómica.
La marcha del 5 de octubre fue solo el comien